En su país, en su cultura, ¿es normal invitar a los amigos a casa? ¿Existen costumbres a respetar antes de entrar en casa? ¿Los invitados deben respetarlas? ¿Podemos ir a casa de los vecinos o de los amigos sin ser invitados? ¿Hay un muro pequeño, un vallado, un seto, una barrera que separa el espacio privado de la calle? ¿Pasamos la noche en la calle o en las casas?
En Francia, en Bélgica y en Suiza, las viviendas están a menudo separadas del espacio público por un muro, una barrera o por una separación vegetal. No es costumbre dejar los zapatos delante de la puerta de entrada de su propia vivienda, y todavía menos tratándose de invitados. Podemos observar no obstante que algunas familias se quitan los zapatos nada más entrar para evitar ensuciar su vivienda.
Según el tiempo que hace no es siempre posible charlar con los vecinos en el exterior. Nos gusta invitar a los vecinos, amigos, familia a la casa, para tomar el aperitivo, una taza de café, una cena informal o refinada. ¡Todo depende de la edad y del presupuesto! En caso de no tener suficiente espacio, podemos invitar al restaurante, pero los restaurantes suelen ser bastante caros.
A algunas familias les gusta recibir por sorpresa, otras prefieren invitar de una manera más formal para poder recibir correctamente a sus amigos o a su familia. El sentido de la hospitalidad es por lo tanto variable. Tanto en Francia como en Bélgica, si estamos invitados, podemos llegar un cuarto de hora más tarde de la hora anunciada por los anfitriones. En función del grado de intimidad con sus anfitriones, las personas invitadas se quedan únicamente en el salón o en el comedor o puntualmente en la cocina.
No podemos organizar grandes fiestas con los amigos si hacemos mucho ruido, sin antes prevenir a los vecinos amablemente. En un edificio, no podemos hacer ruido después de las 22 horas: escuchar la tv o la radio a un volumen elevado, utilizar aparatos electrodomésticos ruidosos (lavadora, lavavajillas, aspirador). No podemos tampoco hacer barbacoas en el balcón.