En su país, en su cultura, ¿Es importante tener el domicilio en un lugar fijo? ¿Es fácil tener una vivienda? ¿Los precios de los alquileres son accesibles? ¿El índice de ocupación de la vivienda es elevado por tradición o por necesidad? ¿Buscamos una vivienda con un espacio personal para cada miembro de la familia, incluidos los niños? ¿Es necesario tener un sueldo regular?
Cada vez es más difícil y largo poder encontrar una vivienda a precios razonables, como consecuencia del alza de precios del mercado inmobiliario. Sin domicilio, es difícil encontrar un trabajo, tener una cuenta en el banco y no podemos recibir correo.
Incluso teniendo dinero para pagar el alquiler, hay que tener un contrato de trabajo indefinido, tener un aval o demostrar que tenemos un sueldo elevado, y de todas maneras hay que tener documentos de identidad y documentos que justifiquen el permiso de residencia.
Incluso si los candidatos tienen un buen trabajo, los propietarios pueden desconfiar y no querer alquilar un apartamento de tres habitaciones a una familia con tres hijos. Cada vez es más corriente que cada hijo, desde su nacimiento, duerma solo en su habitación, contrariamente a países como Vietnam donde los niños duermen con sus padres hasta los 6 años.
Las personas exiliadas que llegan a un país pueden encontrar ayuda gracias a las instituciones del país de acogida o a través de conocidos. Esto permite encontrar una vivienda más rápidamente y tener acceso puntual a las ayudas para pagar el alquiler.
Ejercicios para practicar